Iniciemos dando al estrés escolar una definición y esta sería qué es una reacción fisiológica, emocional, cognitiva y conceptual ante estímulos y eventos académicos. Existen varias investigaciones en las que se ha relacionado con varias variables como el género, edad, estrategias de afrontamiento, apoyo familiar, ambiente escolar positivo y más. Dicho esto, nosotros lo veremos desde las respuestas negativas en el rendimiento académico como la disminución de las calificaciones, la depresión, irritabilidad, descenso de la autoestima, insomnio, úlceras, ansiedad y hasta el abandono del aula.
Asimismo, los especialistas en comportamiento escolar han señalado que es necesario diseñar programas para reducir los efectos adversos que puede tener el estrés sobre el desempeño académico en general, y atender oportunamente a los estudiantes en riesgo.
Tengamos presente que existen exigencias internas como la propia autoexigencia, el perfeccionismo, rigidez y la necesidad de control. Exigencias externas son presentadas por el sistema escolar como la entrega de trabajos prácticos, desarrollo de tareas, pruebas o exámenes y más.
Entonces, inicialmente el estrés escolar sería normal y provechoso, ya que nos ayuda a activarnos para poder responder a las demandas y exigencias del sistema educativo, pero con el tiempo el cuerpo y la mente de nuestros hijos se irá agotando y comenzará a disminuir en su rendimiento.
Los padres buscamos que nuestros hijos sean responsables con su educación, pero en el camino de educarse también debemos esperar que el descubrir nuevos conocimientos sea también divertido, desarrollar su asombro y ser felices, mientras aprenden del mundo. Una experiencia realmente frustrante como padres ha sido para nosotros aquellas pruebas infinitas para que nuestros hijos puedan ser parte del sistema universitario del país, ver a nuestro hijo mayor, estresarse al punto de sufrir ataques de pánico, insomnio, y falta de apetito. Su educación escolar le había enseñado a ser responsable, investigar, ser creativo, divertirse mientras aprende; pero lamentablemente decidimos cambiar de institución educativa para el período escolar del colegio a un espacio académico represivo, conservador y con el pensamiento de que ser exigentes en el aspecto académico les daría a los alumnos un cupo en la universidad sin darle ninguna importancia al aspecto emocional o físico de los estudiantes. Decidimos apoyarnos como familia en la experiencia de un psicólogo para ayudar a nuestro hijo en esta etapa que era nueva para todos, y así trabajamos en un proceso de aceptación de que el sistema educativo no iba a cambiar por sus alumnos, sino que desde la familia tendríamos que hacer los cambios, entonces empezamos con la terapia psicológica, estrategias de estudio, alimentación saludable, ejercicios de atención plena, deporte y más. Así pudimos ver los cambios saludables en nuestro hijo y la oportunidad que como padres nos dimos la oportunidad de aprender, le dimos así a nuestros hijos herramientas para afrontar cambios en su vida, adaptabilidad a lo que pase en sus vidas siendo parte de su independencia.
Entonces, como padres, podemos afirmar que el estrés escolar existe, y que pese a existir investigaciones desde hace más de 40 años sobre este tema, apenas los estamos revisando y tomando en cuenta. Es por esto relevante que como padres somos parte del sistema educativo de nuestros hijos, aprendamos a identificar los síntomas, los factores estresores, como manejar una disciplina en positivo, la importancia de la comunicación efectiva, enseñarles herramientas de apoyo para crecer en un ambiente escolar aún hostil en nuestros países
Veamos cómo el significado del término estrés se evidencia desde tiempo atrás.
Claude Bernard pensaba que lo propio del estrés eran los ''estímulos estresores'' o ''situaciones estresantes
Walter Cannon planteaba que lo importante eran las respuestas fisiológicas y conductuales características.
Hans Selye, un estudiante de segundo año de medicina, se percató que todos los enfermos a quienes observaba, indiferentemente de la enfermedad que sufrían, tenían síntomas comunes como:
- Agotamiento, pérdida del apetito
- Baja de peso
- Astenia
Selye denominó este fenómeno como ''Síndrome General de Adaptación"
Posteriormente, Selye en su posdoctorado, desarrolló experimentos de ejercicio físico extenuante con ratas, comprobando elevación de las hormonas suprarrenales, atrofia del sistema linfático y aparición de úlceras gástricas. A este conjunto de factores, lo llamó ''estrés biológico'' y después simplemente ''estrés''.
La publicación del libro de Selye en 1960, el estrés se definió como ''la suma de todos los efectos inespecíficos de factores (actividades cotidianas, agentes productores de enfermedades, drogas, hábitos de vida inadecuados, cambios abruptos en los entornos laboral y familiar), que pueden actuar sobre la persona''
Desde entonces, el estrés ha sido estudiado desde varias disciplinas médicas, biológicas y psicológicas, con la aplicación de tecnologías variadas y avanzadas, y con enfoques teóricos diferentes. Por ejemplo, los enfoques fisiológicos y bioquímicos resaltaron la importancia de la respuesta orgánica, es decir, el nacimiento del estrés en el interior de la persona. Las orientaciones psicosociales, por otra parte, han puesto el acento en el estímulo y en la situación que genera el estrés, enfocándose en factores externos, entre los componentes
Comprendamos que las estrategias que ayudan a nuestros hijos tanto a prevenir como a confrontar las manifestaciones estresantes pueden ser manejadas por la familia y llevadas a una situación de estilo de vida familiar e individual para un manejo en la vida futura.
Algunas estrategias van desde planificar actividades familiares, alimentación saludable, prácticas deportivas y recreativas, creación de horarios, prácticas de relajación y el apoyo de un especialista.
Todo esto no solo da resultados a corto plazo, sino también a largo plazo a todos los miembros de la familia.
Estrategias Prácticas para el manejo del estrés escolar.
Te comparto algunos ejemplos específicos de situaciones y cómo aplicar cada estrategia, úsalos como una lista de comprobación.
Superando Desafíos Comunes en la lucha contra el estrés escolar:
Consideremos que el aprender y poner en práctica ejercicios específicos de relajación basados en la práctica de ejercicios para disminuir la tensión muscular es uno de los síntomas de llevar una vida con estrés. Así, consideremos que el aprender y poner en práctica ejercicios específicos de relajación y respiración de forma habitual y practicar cualquier tipo de ejercicio físico contribuye a disminuir la tensión muscular y por ende el nivel de estrés académico, adaptándose a las necesidades de los estudiantes para afrontar las demandas de la vida real.
Práctica de mindfulness: Recuerda que el mindfulness promueve la atención plena en el momento presente, pon a prueba métodos de meditación para reducir su tensión y aumentar la concentración.
Ejercicio físico regular: La actividad física es una excelente opción para liberar la presión acumulada y generar neurotransmisores saludables, motívalo a realizarlo.
Arte terapia: El arte, como la pintura, la música o la escritura, es una forma poderosa de liberar emociones. Explora estas maneras de expresión como vía para canalizar sus sentimientos y relajarse.
Aceptación: Practica la aceptación de las emociones y pensamientos sin juzgarlos ni intentar suprimirlos. Así le ayudarás a comprender que el estrés es una experiencia común y que es humano sentirse abrumado en ocasiones, de tal modo que no se aumentan los sentimientos negativos ni se agotará su energía al forzarse por sentirse bien.
Descanso y relajación: Recuerda que debes planificar actividades placenteras como jugar, escuchar música o pasar un rato al aire libre.
Organización y planificación: Manejen como familia el tiempo de manera efectiva, evitando la acumulación de tareas.
Red de apoyo: Contar con una red de apoyo sólida es fundamental para afrontar cualquier afectación escolar. Recuérdale que su familia, maestros o terapeuta son con quienes puede compartir sus preocupaciones para recibir soporte emocional.
Autocuidado: Inculca la importancia del autocuidado; opta por crearle hábitos favorables como una alimentación equilibrada, sueño adecuado y espacio para actividades recreativas, se sentirá más querido por sí mismo y eso le fortalecerá para superar cualquier obstáculo.
Estas son algunas de las muchas técnicas que pueden emplear, pero no olviden que es posible crear sus propias estrategias o que es muy efectivo acudir con terapeutas para colaborar en la búsqueda de su bienestar.
Puedes ayudar tu proceso con Mindfulness, para lo cual te dejo unos audio-videos de algunas de nuestras clases de Mindfulness
Conclusión:
Los padres tienen un reto importante, comprender que como autoridad y figuras de protección se convierten en modelos comunicacionales y emocionales y que en su respuesta ante las dificultades muestran a sus hijos el tono emocional que reproducen en casa. Un ejemplo de ello radica en la expresión de emociones que muestran optimismo o pesimismo, o si se expresan de manera agresiva, amenazante o con gritos. En cualquier circunstancia, los niños aprenderán a manejar el mismo estilo emocional y de esta manera responderán ante las dificultades. Esta es una situación mundial, sin importar el lugar de donde provengan, la mayoría de padres no tienen las herramientas o no han desarrollado la habilidad para regular sus emociones, aceptarlas y gestionarlas, por lo cual tampoco enseñan a sus hijos estrategias de gestión emocional.
Pero recuerden que podemos cambiar esta situación, siendo parte de procesos de aprendizaje, usando recursos que profesionales pueden darles para fomentar la comunicación asertiva y positiva dentro del núcleo familiar.