Enfrenta de forma positiva los «no» de tu hijo de tres años

Enfrenta de forma positiva los no

Cada etapa del desarrollo de nuestros hijos comprenderá una serie de cambios, lo que implica un reto para todos los que son madres/padres, guías y educadores. Si hablamos de los niños de tres años, deben saber que es normal encontrarse con problemas como el famoso “no quiero” o el “yo no he sido”. Aquí encontrarás unos tips para enfrentar estas situaciones.

En esta edad y ante cualquier orden, es muy probable que casi el 100% de las veces tu hijo responda “¡No quiero!”, sin saber muchas veces si le interesa o no hacer eso que le has pedido. Es casi un acto reflejo en ellos, lo contestan sin pensar. Lo que generalmente hacemos es entrar en una lucha con ellos y empezar a gritar e ir incrementando los gritos y el nivel de enojo para lograr que te obedezca. Con esto conseguirás justo lo contrario. Para resolverlo es mejor hacerle pensar que te da lo mismo si obedece o no; al ver que te da igual, el enfrentamiento y por tanto la presión contigo desaparecerá; y verás como tu hijo obedecerá. Sin embargo es muy importante que no se rompa el fino hilo de mostrar desinterés a abandonar la razón de pedir algo. Es decir, si el niño tiene que hacer algo no debes dejar que lo abandone por no discutir, sino buscar una fórmula alternativa ante la que no muestre resistencia, como plantearlo de otra forma, sin gritos o amenazas.

Muchas veces los niños lo que buscan es manifestar su deseo de no hacerlo porque no están de acuerdo con lo que le pides; por ejemplo: si le pides que se vista y te dice “no quiero” quizá  está intentando explicarte que no quiere ponerse ese pantalón y no que no quiera vestirse; o si le llamas a comer y no viene tal vez no sea porque no tiene hambre sino porque el momento del juego es lo más importante. Los niños de esa edad aún no saben comunicar sus ideas, tienes que tratar de entender porqué se niegan, para lograr llegar a un acuerdo sin castigos ni discusiones.

Recuerda también que los niños de esta edad no distinguen entre la realidad y la fantasía, ni saben distinguir entre la conducta intencional y la accidental. Por esta razón, cuando muchas veces te responde “yo no he sido”, cuando le preguntas qué le ha pasado al vaso que se ha roto, te está diciendo la verdad.

Hasta los 4 años, los niños se despreocupan de sus acciones hasta que alguien les hace ver el resultado, solo perciben que algo anda mal cuando ven nuestro rostro de enojo o tristeza. Por esta razón, para que sepa que sus acciones tienen consecuencias, debemos ayudarles a integrar las diversas partes de sí mismo: “Es tu mano la que ha hecho esto. Sería una buena idea que vigilaras lo que hace tu mano”.

Los niños aprenden muchas cosas gracias al nivel de maduración que han alcanzado. Los adultos, especialmente los padres y cuidadores, tienen en este momento una excelente oportunidad para ayudarles en su desarrollo proporcionándoles estímulos más adecuados que fomenten su entendimiento del entorno. De esta manera sabrán canalizar su energía para que no se convierta en agresividad o miedo al ver tu trato hacia él, sino más bien desarrollen habilidades de comprensión, empatía, buena comunicación y confianza en tí y en sí mismo.

En resumen podemos decir que, alrededor de los tres años, los famosos “no” son parte normal del proceso de desarrollo de tu hijx, ya que la respuesta positiva que tú como adulto das a sus respuestas, así como las variadas opciones que le plantees, harán que la armonía de tu hogar se viva día a día.

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