Como ayudar a tu hijo a pronunciar correctamente

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Descubre estrategias efectivas para ayudar a tu hijo a mejorar su pronunciación, fortalecer su lenguaje y ganar confianza al comunicarse.

El desarrollo del lenguaje es un pilar esencial en el crecimiento de los niños.

A medida que comienzan a comunicarse, es normal que enfrenten dificultades al pronunciar ciertos sonidos o palabras.

Estos retos pueden superarse con el apoyo adecuado y actividades divertidas que fortalezcan sus habilidades lingüísticas.

Como padres, jugar un papel activo en este proceso es fundamental para ayudarles a ganar confianza y a expresarse con claridad.

En este artículo, descubrirás estrategias prácticas para ayudar a tu hijo a mejorar su pronunciación, potenciar su lenguaje y, al mismo tiempo, disfrutar de momentos de aprendizaje juntos.

¿Por Qué es Importante la Pronunciación en los Niños?

La correcta pronunciación no solo permite que los niños se comuniquen mejor, sino que también impacta en su autoestima, habilidades sociales y éxito académico. Un lenguaje claro facilita que se relacionen con su entorno, expresen sus ideas y comprendan a los demás.

Dificultades en la pronunciación son comunes durante los primeros años de vida, pero con un apoyo temprano, pueden superarse eficazmente.

 

Causas Comunes de Dificultades en la Pronunciación

Antes de aplicar estrategias, es importante identificar las posibles causas:

  1. Desarrollo del habla: Algunos sonidos, como «r» o «s», suelen aprenderse más tarde en el proceso de desarrollo.
  2. Problemas físicos: Condiciones como frenillo corto o problemas de audición pueden influir en la articulación.
  3. Falta de práctica: Si un niño no está expuesto regularmente a ciertos sonidos, puede tener dificultad para reproducirlos.

 

Las dificultades en la articulación y organización del habla son normales y evolutivas hasta cierta edad. Cada niñx es un mundo y cada uno lleva un ritmo de aprendizaje propio. Sin embargo debes de considerar que si a partir de los cuatro años de edad varios de estos problemas persisten debemos acudir a un especialista para que sea evaluado y disponga un tratamiento.

➤ Ceceo: «z» en lugar de «s» “caza” en lugar de “casa”

➤ Seseo: «s» en lugar de «z» “sapato” en lugar de “zapato”

➤ Sustitución de «f» por «p» o «z»  “poto” en lugar de “foto”

➤ Sustitución de «k» por «t» “kasa” en lugar de “taza”

➤ Rotacismo “gomper”por “romper”

➤ Sonorización de consonantes sordas: «g» en lugar de «k» “gasa” en lugar de “casa”

➤ Nasalización: «d» por «n» “animina” en lugar de “adivina”

➤ Problemas de anticipación, es decir “titate” en lugar de “quítate”

➤ Duplicación “dififil” en lugar de “difícil”

➤ Sustitución o asimilación de un fonema por otro: «t» por «s»

➤ Alteración del orden de los fonemas, por ejemplo: “tonicias” en lugar de “noticias”

➤ Alteración del orden silábico: “telófono”

 

Tanto estos como otros ejemplos los puede analizar un especialista, quien con una intervención adecuada puede guiar al niño hacia la recuperación de cada sonido. Debemos siempre advertir lo antes posible los problemas en el lenguaje para evitar problemas en el aprendizaje de la lectoescritura.

Consulta a un especialista si tienes dudas sobre el desarrollo del habla de tu hijo.

 

Pues bien, ahora la pregunta es qué hacer en este contexto, en casa y en familia. Es importante que la comunidad primaria, es decir, el núcleo familiar, sean quienes sirvan de modelo para el desarrollo  del lenguaje de lxs pequeñxs. Aunque no sean profesionales en el área, aquí nombramos ciertos aspectos a tomar en cuenta:

➤ No fomentar el lenguaje “infantilizado”. Si el niño dice “kasa” por “taza” no debemos usar esa palabra sino la correcta, por más divertido que nos parezca.

➤ No presionar al niño ni exigirle que lo pronuncie adecuadamente. Bastará con darle el modelo correcto, por ejemplo: “alcánzame esa taza, por favor”. No hace falta exigirle que repita.

➤ Evitar decirle al niño cosas como “así no se dice”, “está mal”, “¿cómo? no te entiendo” o no hacerle caso. Tal como lo mencionamos antes, es mejor guiarlo con el uso correcto pero sin regañar.

➤ Aunque no nos parezca importante, el uso de chupetes o biberones más allá de los dos años de edad pueden suponer problemas a la hora de pronunciar ya que puede dificultar el correcto desarrollo de los órganos articulatorios.

➤ La alimentación es sumamente importante, ya que masticar es parte de la ejercitación de los músculos que intervienen en el habla. El uso de sorbetes o bien ingerir alimentos licuados pueden llevar a repercusiones posteriores en la realización de los movimientos necesarios para producir los sonidos.

➤ Finalmente, no olvides descartar problemas como paladar hendido, frenillo, pérdida auditiva u otros.

 

Cuándo Consultar a un Especialista

Si notas que las dificultades persisten después de los cinco años o si tu hijo evita hablar por vergüenza, es recomendable acudir a un logopeda. Un profesional puede evaluar su desarrollo del habla y diseñar un plan personalizado.

CONCLUSIÓN

Ayudar a tu hijo a pronunciar correctamente no solo mejora su comunicación, sino que también refuerza su confianza y habilidades sociales. Con paciencia, constancia y las estrategias adecuadas, puedes hacer una gran diferencia en su desarrollo del lenguaje.

Empieza hoy mismo con actividades simples y observa cómo tu hijo mejora poco a poco. Recuerda, cada niño tiene su propio ritmo, y lo importante es apoyarlo en este emocionante viaje hacia una mejor comunicación.